viernes, 4 de julio de 2008




Recuerdo que aquella vez, era verano.
El sudor brotaba en mi piel, pero dormía arropada, sin saber por que.
Recuerdos mas lindos que tristes, en el que todo ha cambiado, hasta yo.

Estos que no se esconden, aquellos estos que prevalecen mas allá de mi piel.
Aquellos que viven mas allá de la mente, de la verdad y a veces de la muerte.

1 comentario:

Néstor Morris dijo...

Los recuerdos tienen la perseverancia de las mareas, pueden atenuarse ...pero han de volver.

El gusto de seguir encontrando tu obra.

Un abrazo.