Imagino, y luego observo.

Imagino, y luego observo.
Cosas del destino, cosas de la humanidad.
Me retuerzo de repente, sin ocasión y sin aviso, como casi siempre.
Minimizo a veces problemas, trato de olvidarlos y luego solucionarlos
Pienso y después actuó
Dilema.
Nada es lo que parece, lo que representa,
Lo que se actúa.

Pienso y luego camino
Rechazo lo rechazable
Niego lo que no debería
Hago lo que quiero

Duermo sin dormir
Trasnocho
Logro escribir, logro vivir.

Libérate

Libérate, aferrate a lo que tienes al lado del mas allá, imagínate que no eres el que eres y que solo haces lo que te gustaría ser.

Reconócete solo en el mundo, contando piedras, marchitando el soplo de vida y contaminando el viento que te ayuda a seguir sin levantarte.

Duerme pasivo y levántate alerta, tu mundo no es un sueño, tu vida no es rosa.

Las manos de ella no son tuyas, y sus besos no son siempre, sus caricias se las llevo el viento y el amor se murió como las estaciones del sol.

No te amargues, lo que no te mata, te fortalece, alguien sabio lo dijo, te lo digo yo, yo no desfallecí de amor, pero mi corazón si.

Libérate, no te aferres ya, eres lo que eres, hace lo que quieras, reconócete como tal, escribe como te parezca, muere cuando quieras.

Libérate.

Escribir

Logro escribir entre líneas disueltas en esta tinta apenas permeable. Logro escuchar a veces invisibles cosas de la vida, como los sonidos de mi mismo ser inconfundible. A veces me pregunto por que hay tantas cosas por vivir y yo no vivo. No pienses nada me respondo talvez sea tarde para vivir ese algo.

Malhumorada y un poco cansada, entre la noche y las estrellas de la luna llena, entre vestigios insanos de la maldad depositada en este terreno, casa llamada hogar un poco feliz.

Logro cerrar los ojos de un momento a otro, logro sobrevivir donde no hay agua y el calor es sofocante, logro escribir entre líneas no disueltas ni confundibles, mi tinta acabo, mis manos y luceros ya descansan.

Rejas

Rejas olvidadas, insaciables

Oxidadas, marchitas y confiables.

Como aquellas que busco

Que encontré y que deje

Rejas imborrables

Cautivantes, de siempre.

Roñosas, antiguas

Cómplices de tortura

Amigas del encierro

Esporádicas del tiempo

Negras casi siempre

Cafés del viento y del agua

Intolerables

Viejas

Inertes, maleables.

Somos extraños

Divorciados, ni la mano nos une

Distorsionados, marchitos, nada de refugiados.

Ni siquiera olvidados, lejanos

Ingenuos, encariñados

Tontos de la mano

Cegados, borrados.

Miedo a perderse entre sabanas votadas sin sentido, concentradas bajo al cielo azul de la luna llena.
Vigilando sótanos de multitudes inconfundibles que el viento dejo arrastrando entre esas hojas marchitas de un alma en pena.
Volando y soñando en desmedro de las montañas, alucinando y cayendo, orando por que cada día no falte lo que se llama comida.
Miedo a encontraste entre pastos de una madriguera llamada vida, a buscarte y tocarse antes de que la vida se convierta en polvo y que el mismo miedo se inserte en ese cajón sin salida.

viaje

Racionalmente entre las mismas sombras inconfundibles

Te busco entre la misma multitud irrefutable.

Me dices que, no entendí nada

Querías sentir, vivir talvez

Alguna otra cosa por decir.

Son como esas palabras

Que ni el viento sabe como resuenan

Es cuando te miro

Y mis ojos escapan, nerviosos se ponen.

Ni el rió me ayudo

A no escapar de ti

Y la luna y ni las mismas estrellas que me mostraste.

No se si volveré a soñarte

Lo creo,

Tus luceros quedaron grabados

En la faz de mi mente

Y de ni mi racionalidad

Que se pone a prueba

En las mismas sombras confundibles de la noche.