lunes, 19 de noviembre de 2007

En una mísera Realidad




Tengo sueño, me encuentro sola en casa otra vez... Impotente estoy, ya el se fue.

Como siempre todas las mañanas me despertó y ya no esta junto a mi, vuelvo a pestañar se que volverá...

Mi señor, mi amado y mi amigo, despierta cada madrugada a correr por su cosecha, sacrificando anda paso por paso, recolectando cosas para la merienda.

Amigo y pastor; que me cubre cada noche con su luceros de plata, que me recubre con su aliento que inconfundible es, te extraño mas que nada.

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