Cuando los sentimientos son de verdad nunca cambian.
Cuando se quiere, se quiere siempre, aunque todos los torbellinos pasen.
Cuando disfrutaba abrazos, sonría entre tus ojos, entre tu piel y nuestras risas algo inocente y nerviosas.
Después de todo,
platonico de los limites y fronteras de la urbe,
platónico real, cerca, pero lejos.
¿ Dame un abrazo?.
Casi dos años, profesor de Historia.
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