Sin saber compre un boleto y subí, al no conocer sentía que me demoraba mucho en llegar, llegue y mi impresión fue es antiguo y polvoriento, como un pueblito lejos de la capital.
Pero algo me movia ahi, el amor me estremecio cuando solo baje de un bus. La ciudad desconocida de nombre trueno me acogió y me dio sus brazos, el me preguntaba si me gustaba su ciudad, su vida... y yo, respiraba una felicidad incalculable y un amor palpable en cada calle que caminábamos.
Camine y camine, llegamos a casa, cerré los ojos y respire menta, hogar, amor y dulzura.
Pasaron los días y los colores, entre mis viajes que no han parado, sigo volviendo a mi felicidad lejos, que me alegro de haberla encontrado.
La ciudad de los truenos, con mi amado, me enamoro desde sus completos, ríos, familia que me ha dado, a esta santiaguina desconocida de corazón adoptado a un sur lleno de bosques, amor y vida.
Esta historia no termina, sigo esperando muchas veces mas bajar de ese bus, sigo esperando amar y caminar entre tus calles, ciudad del sur, truenos, cordillera, sol y corazón.
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