jueves, 30 de abril de 2020

Nací del polvo, me convertí en mineral
del mineral, roca,
de roca el corazón.

Me convertí en coral,
después sacaron mis perlas.
Como perla en el mundo, 
soñé con mis ojos.

Camine en las profundidades del paraíso,
flote en el agua, y me ahogue en ella.
Y mi corazón sigue latiendo, sigo viva...
y me pregunto: ¿Cuántas vidas, cuántos maestros ha viajado mi alma? 

Soñé, soñé despierta y sigo sola en un cuerpo de barro,
con la mente prendida, con el alma atorada.
Sigo con el pecho encendido, después de todo
vivo estamos, nunca morimos.









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