Volteé, no encuentre nada mejor que la mirada de ese niño presente, la adjunte mi mano y paseo conmigo, fue en ese santiago que pide clemente.
El que todas las tardes ayuda a un hermano decente, que nos sube a su auto y nos lleva sin cobrar remitentes, sin pagar monedas y nos deja en nuestras casas que pasamos ausentes ya que la ciudad nos pide existir vigentes, nos inquieta a posarnos siempre, nos invita a reírnos del cuerpo de sus calles como dice clemente, nos renueva a forjar nuestros sueños y credos casi siempre, nos revela el pragmático sentimiento que es este santiago rojo y verde que vive con luchas, que apoya sin dudas, que se ama pocas caricias , que acoge con toda ayuda alcanzando su altura a la dama morada blanca que nos cuidara siempre.
1 comentario:
escribes hermoso...
es lo unico q atino a escribir...
de verdad, me siento muerto...
me siento...solo
todo es por ella
Publicar un comentario