jueves, 9 de junio de 2011
En lo que estoy.
El frio yace mis huesos, aunque la estufa me cubre un poco.
Mi vida en 20 años no es nada a todo lo que me falta por vivir,
ansiosa estoy.
En estos momentos, medito.
Creo que no habría elegido otra cosa que es pedagoga en Historia, aunque sean libros y libros y aunque no todos me interesen.
Mi vocación merece todo de mi,
por que formar hombres e instruir no es fácil.
Que valor deben tener muchos que se sacrifican por otro.
Que valor, estudiar esto que me apasiona y que sueño con realizarme toda la vida como persona.
Creo que no hay nada mejor que un abrazo de un niño.
Criticar, pensar, opinar y saber.
Que importante es. Indispensable lo es.
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3 comentarios:
Buenas tardes desde España, creo que tienes toda la razón, los abrazos y las sonrisas de los niños son impagables.
Un saludo
Àngels
Lindo pensamiento :D
si sabes regalarte un tiempo para meditar entre las llamaradas de los 20aòos ya tienes una sabiduria privilegiada, es muy bonito el abrazo de un niòo , mas bonito ha sido reencontrar alguno crecido que te abraza en memoria de una bonita amistad.... cumplo tu invitacion al blog,un abrazo ,capt,broni
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