es como si,
te hubiera visto de otras vidas,
y hubiéramos quedado inconclusos.
En el resplandecer de los sueños,
revivo el presente,
figurando tu lejanía
colmándote de gestos, desfigurados en el aire.
Te fije, dentro del horizonte, balanceando el recoveco de las miradas,
y te desvanecías en lo sagrado,
cerrando los ojos, cubriéndote de aire.
No sé si será la magnificencia,
pero el rumbo del destino es intachable en mis miradas.
Descanso en el tiempo, me lleva la marea,
y respiro,
esperando que respires mi mismo aire.
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