miércoles, 2 de septiembre de 2020

Ruidosa

 Conocí la búsqueda afable de la consciencia, 

Concedí en lo espiritual, como desgarrando los dientes,

Te convencí en el infortunio, y comencé a sanar inseparablemente.

Creo en las tormentas, como penas del infierno chino,

Creo en la plenitud como una enfermedad alcanzable.

Creo en mis propios demonios, como mis propios karmas.

Si.

Tengo un pie aquí, otro allá.

No soy más que un alma, peligrosa en desarme,

Soy ruidosa, franca, honesta.

Ni traidora, ni penosa, soy aquello que no vuelve jamás.


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