lunes, 1 de octubre de 2007

marchito


Eres marchito, cavis bajo, como una luciérnaga que no puede volar y acercarse a la luz. Eres invierno, no pretendes dañar pero lo haces entre tanta niebla y tanta vida que llevas al andar, al coger tus brazos y caminar, un camino lento.

Te ríes de ti mismo, aunque lloras con esa sonrisa lánguida que me das cada día. Me lastimo y lo sabes cada vez que te miro sonrojándote y besar lo que no te agrada, olvidando como si fuera en vano ayudado de las palabras, apelando lo oculto, sin voz.

Si te pudiera querer todavía no tendría voz, lose no te quiero, definitivamente el tiempo y las hojas no pasan por pasar.

Estas letras se acortan con cada mano que da la luna, que me acoge cada vez que puede y lo hace sin deslumbrarse en la noche, quedándose azul sin luz como en otoño.

No te pido nada, lose. Mis lágrimas lloran, sacuden sin querer, si como fuese que el mundo no me quisiera ver, ni siquiera oír, tal vez alguna vez leerás estas palabras inalcanzables para tu mente, pero tendré presente que aunque te lleguen hoy ya no significan nada.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

me encantaron tus palabras llenos de poesia dolor tsitesas olvidos ect
me encanta el lenguaje k usas para expresarlo
cuidate k estes bien adios

krispo dijo...

NICE BLOG!
me gustó
Un beso