No me espero nada, la vida de a poco me ha enseñado que no debo decaer por cosas míseras, por cosas sin cuento, a veces sin vida propia
Me ha enseñado a despertar y ponerme de pie, a no bajar los brazos, a llorar con una sonrisa. Quiero sentir a veces que todo lo que vivo es algo que quisiera siempre vivir.
Sueño sin que me falte nada, no quiero sentir ese rencor al verte cada día tocando las manos de otras personas, talvez ingenuas, talvez míseras.
No espero hoy que me lleve el viento, de pronto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario