miércoles, 7 de octubre de 2009

Despertar



Te extraño tanto que hasta tus abrazos extraño.
Por que te fuiste y no me diste mas tiempo para abrazarte mas, no sabes cuan cantidad de mi corazón te ama abuela querida, viejita hermosa y bella, no puedo creer tu partida, tu lejanía, por que me diste tan poco tiempo, yo también te quiero muchisimo como la última vez que me lo dijiste, me invadí de tu amor sofocante, insisto, no puedo creer tu muerte, q ahora seas solo tierra de tu tierra.

No podría dejar de escribirte, te escribiría todas las noches si pudiera, pero para que, se que estas conmigo en donde quiera, que me miras y me cuidas con tu felicidad, sonrisas y papas fritas absolutas.

Te extraño hasta de tus guateros, y tus piernas flaquitas y pequeñas por que no me dejaste compartir mas años, mas tiempo, mas vida a tu lado.

No te pude dar sorpresas, esa sorpresa que sera profesora como tu querías, oh abuela tu tenias todo arreglado en esta vida no? por que no me dejaste abrazar una vez más...

tu recuerdo sigue intacto en cada uno de mis sentidos y sentimientos porfiados, tu amor, tu sabio pensamiento, razón y amor no los podré dejar atrás. ...

Mujer de campo, solo tu dios sabrá por que te fuiste tan temprano, pero nadie me quitará la felicidad y la fortaleza que siempre me diste, siempre ame verte al entrar por ese callejón, te siento en cada instante abuela mía, madre, aunque ya estés lejos.

Juró que tu recuerdo sigue intacto y seras conocida como la gran mujer que fuiste, esa mujer de 11 hijos, de miles de nietos y de esta nieta que te dedica estos versos intensos...

gracias mujer de mis sentidos.

1 comentario:

Rodrigo dijo...

Muchas veces, y más a medida que el tiempo avanza, mi mente me juega malas pasadas.
Lo oscuro, el llanto, la pena inconmensurable llegan de pronto al sólo imaginar que ella se tendrá que ir.
No sé como se combate eso, ni menos he meditado en como podría luchar cuando efectivamente, ya no esté físicamente.
Sólo estoy seguro de una cosa: el amor es eterno, y el respeto y la memoria también.
Tu abuelita se llevó para siempre eso de tí. Por ende, tú sientes pena por no poder tocarla, pero ella, seguramente, está besándote a la distancia a través de tus recuerdos y tu cariño.
Por mi parte, me encargaré de recordarte aquello...y de tratar también, de que tu ruta se aligere con el paso del tiempo.



Cuídate Vale, nos vemos mañana con la Ana.