# Anĭma de arǧál #

lunes, 5 de octubre de 2009

¿Que nos está pasando?... ¿Que te paso aquí, que nos contuvo sin razones?

Pasan los minutos y no estás, el silencio se hace presente.

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Nadie la vio

Caminando entre piedras sólidas, huyo del amanecer. Lagrimas caen por mis mejillas. Empiezo a correr como nadie más lo va a hacer por mi. Me mantengo detenida pero no me detendré por mucho tiempo. Debo descansar, talvez comer, para así seguir mi camino sin igual. Destino un poco cruel. Siento que los recuerdos me hunden un poco, siento sentimientos poco claros, difíciles de alcanzar.

La luz se acerca más rápido sobre mí, me caigo, me lastimo, un dolor tan grande sacude mi ser. Estoy sola, sin nadie en quien aferrarme ahora. Es aquel dolor que sentí cuando te perdí, me aferre a ti, me soltaste. La herida quedo allí, sin sanar. Le extrémese la tristeza en ese corazón. Ella vuelve a seguir mirando al horizonte, su corazón ya murió, sus ojos se volvieron marchitos, su rostro esta seco y sin vida. Cree que ya no amara más. No volverá a ver más ese dolor.

Sigue corriendo por las calles de la ciudad oscura que pertenece, de pronto cae, como cae la hoja que estaba atrapada en ese árbol otoñal que espera que sea invierno. Trata de pararse, ya no tiene fuerzas para seguir, esas piedras la resbalan de su realidad.

Se queda allí gritando con gran desesperación. Se queda allí tratando que la vean pero nadie la lograra ver …

Rabia

Sentimiento ilógico del ser, me gustaría a veces despertar y sentir que estoy a tu lado como era ayer. Pero lose, vivo en mi realidad de estos momentos no estoy contigo y ya no lo estaré, la verdad esta muy aceptada, aunque me gustaría a veces que hubiera una excepción, solo una…

Los Ángeles caídos, las serpientes y el llorar, todo aquello que viví y no quiero vivir mas. Pensamientos de culpas que son de dos. Un pensar, la imaginación y tal vez la esperanza del amar que de pronto sin avisar se convirtió en rabia

Rabia de sentirse no valorada tal vez, rabia de una soledad inimaginada. Hay veces que me gustaría dormir infinitamente y nunca despertar para no extrañarte como a veces lo hago sin querer. Para no despertar en esta realidad tan cruel en la que me dejaste estancada y solo le tiempo me permitirá salir. Impotencia, desamor, desilusión y aquellas cosas que siento que no puedo explicar… No soñarte ya es un paso, no hablarte….

Ser egoísta por un día, ser fría y sentir que cada día un nuevo amanecer y horizonte nacen en mi, no se en lo que pensare mañana y no quiero saber, debo tener fuerzas y olvidar las lagrimas caídas que derrame sin razón, lamentablemente no volveré a rozar mas tu piel pero seguiré mi camino de hojas, ya nunca mas me detendré y la rabia que siento se ira como se fueron tus recuerdos y mi amor de mi corazón que no te merecías.

lunes, 5 de octubre de 2009

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Casualidad

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