jueves, 14 de mayo de 2020

Dame la mano

Casi morí,
reviví

Me hundí en un tribunal de ensueños,
en un país sin dueño.

Me hundí en un mar de rosas,
que me hirió con espinas,
que me trituro en años
que me volvió tripas corazón.

Me hundí del dolor,
resurgí,
el karma se hizo pedazos,
vi llover sin piedad
me abrace.

Te escribí, versos tuertos,
versos añejos, palabras intercaladas.
Dame la mano, 
recubre el dolor.





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