¿ Qué me debes mostrar?
¿ Qué harías en mi lugar?
Te conocí en el torbellino de unas letras muertas
de una figura de madre santa
y eso era, falsedad mundana
de pechoños tormentos de una mujer vivaz.
Tus atributos físicos pasaron a segundo plano
tu inteligencia de mujer llego a todo el mundo,
lastima por los pantalones, que nunca asumieron tu plasticidad eterna.
Que feminidad mas extravagante, dejar todo por las letras
dejar la vida, por vivirlas
soñar y escribir,
crear y seguir creando
tomar un nobel y compartirlo con otra
ser y no ser
sonreír y vivir, escribir.
Eres un fantasma plasmado
que en tu tiempo causo desorden,
para otros, escandalo,
para mi humanidad absoluta.
Lucila, que ganas de que vieras que hay mas mujeres creadoras
que sueñan con llegar mas lejos que tu,
mas lejos que las nubes
más lejos que la propia vida,
plasmada en letras profanas, algún día leídas.
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