Soy de las montañas luz,
un pinchazo de la nada,
un mensaje iracundo,
un beso laberíntico,
un descuento rápido.
Eres,
mi permanencia,
mi confianza y espero que la lealtad sumaria.
Eres,
las bestias de las mañanas,
un cangrejo enternecido,
un corazón roto,
un insensible poco presumido.
Somos,
lo que el tiempo disponga,
lo que las estrellas recen,
lo que el reloj emita,
lo que el mar grite
y lo que las arenas callen.
Somos todo, a la vez, nada.
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