Te pienso en la vulnerabilidad de la vida,
entre las ventanas del ocaso,
entre las verdades de la nada.
El corazón recoge,
la verdad del miedo,
me pierdes desde la lejanía,
desde lo inconsciente.
Valor al tomar la mano y llevar las riendas,
aunque sean débiles a veces,
aunque se rompan.
Me despido desde la madrugada,
para siempre,
cierro la pagina, abro una nueva humanidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario