Almas gemelas bajo un precipicio, de donde cruzaron las horas, de donde fueron alas, de donde fueron fuego.
Te gusto, en la oscuridad de la noche trivial, te busco en los bosques de angustias y entre la tranquilidad de las aguas.
Perdida en las escalinatas bajo el mar, rodeada de arena, me siento entre tu verdad y la mía, mirándonos atormentadamente bajo la oscuridad de tu alma y la mía.
Lo quiero todo, nada quiero de querer en toda la totalidad del ser, a medias entre nada, soledad en fuego, un juego entre la hoguera y un par de lágrimas.
Menos que nada, más que todo.
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