La resistencia del invierno, cubre mis pechos.
como amapolas girando en tu memoria,
el carbón para el frió me estremece,
y la soledad es un infierno que no se toca.
Dame la mano del destino y que no nos delate,
el fuego, es mas intenso que la lluvia.
Hagamos fluir en aguas a descargar la rabia,
en un intenso amor, de peralejos.
El destino soberbio
cambia las ascuas,
de estados poco manifiestos,
paciencia y cordura.
En esta vida revuelta,
estaré contigo.
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