Separados entre truenos,
cobijados desde el frió,
amándonos lentamente,
cubriéndonos de caminos.
Resplandece lo amargo,
revive lo bello,
arranca lo salvaje
de todos los extremos.
Cobijame en la tormenta,
transparentemos la vida,
rodearme de verdades,
quema las mentiras.
Quema la soberbia.
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