Te extraño, si, lo acepto.
Sangro como nadie y te extraño.
Te odio,
vomitaría el sentimiento y te olvidaría en secreto.
El encierro en cautiverio, me tiene loca,
más loca por no saber ni tu nombre,
pero cuerda, fluyendo al destino y castigándome el respiro.
Dolor, una vez más, humano desapego.
karma maldito que me haces vivir,
como moléculas que se unen, y de pronto se repelen,
en cólera,
infinitamente, perdida, desastrando todo,
borrando la vida, con un botón,
suprimiendo el temor, y ser solo real.
Lo soy, alma, corazón, carne y hueso.
Para ti, nadie.
Para mi, nada.
Ya no estoy.
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