El sol continua aclimatándose a mi piel,
calentando mi cuerpo,
como borbotones de amor,
de búsqueda perpetua.
Enclaustrada, peor que monja,
vivo en rehabilitación amorosa
con asimilación forzosa.
Me queme en deseo,
con desaciertos,
pensé abrazar a mis perros,
y te olvide,
borrando todo,
quemando a lo bonzo,
la vida.
regando la muerte.
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