El corazón zozobra mi voz,
como palpitos humanos a viva voz.
Te quiero, aunque el corazón se destroce,
mi mente,
sabe, mil veces,
que tu, no me quieres.
Ningún día de todos mis días.
El destino de mis días,
tiene mi nombre,
entre ruidos somnolientos,
entre reflejos desaciertos,
entre la vida entre susurros.
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